¿Cómo entender hoy la convivencia entre culturas, los sentimientos de identidad y pertenencia, la idea de nación? Las teorÃas posmodernas han firmado el acta de defunción de estos conceptos: han dicho que lo único que existe son diferencias, efectos ilusorios de identidad. La cultura o la nación serÃan asà meras ficciones, objetos construidos por operaciones discursivas que pueden ser desmontadas. Semejante formulación soslaya que estás invenciones son productos históricos y que tienen consecuencias en el modo en que las personas y los grupos elaboran, escenifican y dan sentido a su experiencia cotidiana. En este libro, Alejandro grimson indaga los desafÃos de la realidad intercultural en que vivimos, para pensar posibles horizontes de imaginación social y polÃtica. Con clara vocación crÃtica, dispara contra las perspectivas que han enaltecido la diversidad ignorando deliberadamente los poderes en juego y las desigualdades sobre las que muchas veces están fundadas las diferencias. Por ello, en estas páginas se trata del fin de los "fines" anunciados, se postula una reconstrucción del constructivismo y se reponen los sentidos polÃticos del intervencionismo banalizador. Atento a la heterogeneidad de las sociedades, a los debates polÃticos y culturales de las últimas décadas, y a los procesos desencadenados por los movimientos sociales, Grimson subraya la necesidad de cambiar las matrices teóricas. Al proponer nuevas miradas sobre la alteridad, la xenofobia, el racismo o los fundamentalismos contemporáneos, redefine una teorÃa de la cultura. La potencia polÃtica de su argumento radica en que apuntala la búsqueda de nuevos acuerdos que impliquen una vida en común y un horizonte socialmente igualitario.