Una novela conmovedora acerca de las segundas oportunidades, de las despedidas definitivas y de los lazos inquebrantables de la amistad. Hace seis meses, Ashlyn Montiel murió en un accidente de motocicleta. Cloudy, su mejor amiga, se mantiene serena; al menos en el exterior. En el interior, la historia es distinta: Cloudy se siente enredada, confundida y quebrantada. Kyle se está derrumbando, y todo el mundo se da cuenta. Ashlyn era su novia, y cuando ella murió, parte de él murió con ella. Tal vez la única parte que a él le importaba. Por ser las dos personas que más amaron a Ashlyn, Cloudy y Kyle deberían ser capaces de apoyarse mutuamente. Sin embargo, después de un terrible error cometido el año pasado, apenas se hablan. Por esa razón, cuando Cloudy descubre que los órganos de Ashlyn fueron donados después de su muerte, y que la familia Montiel ha estado en contacto con tres de las personas que los recibieron, hace algo un poco loco, y muy ajeno a su forma de ser: se roba las cartas y convence a Kyle que vayan durante las vacaciones de invierno a un viaje de carretera con ella, desde Oregón hasta California, y desde allí hasta Arizona y Nevada. Tal vez si ven a las personas que recibieron los órganos, a las personas cuyas vidas salvó la muerte de Ashlyn, el mundo tendrá sentido de nuevo para ellos. O tal vez estén cometiendo un gran error.
